Vinos entrerrianos de pura cepa y con el sabor del Litoral (Clarín Rural 10-02-2017)

Agradecemos a Clarín Rural por la hermosa nota que nos realizaron

 

Con el comienzo de la vendimia en el país, la zona de Victoria revive como región de viñedos y bodegas. Allí, los productores cuentan sobre la pasión de producir vino.

 

Primero, sorprende. Cuando se descubre que, al viajar desde Gualeguay hacia Victoria, en Entre Ríos, entre las famosas “cuchillas” -pronunciados subes y bajas del paisaje- hay viñedos. Luego, entusiasma, al arribar a Victoria y descubrir que son más productores los que están reviviendo la cultura vitivinícola de la zona. Finalmente, al conocerlos, su actitud y su pasión, contagia.

Saliendo de la ciudad de Gualeguay está el viñedo y bodega BordeRío. Por allí pasó Clarín Rural.

Los fundadores de este establecimiento son la pareja de Verónica Irazoqui y Guillermo Tornatore. Ellos, desde hace muchos años, soñaban con su propio establecimiento vitivinícola. En el mientras tanto, recorrieron bodegas y viñedos de todo el país para conocer a fondo de qué se trata esta producción.

Al final llegó el día en que se lanzaron con su propio establecimiento cuando descubrieron que muy cerca de donde viven existieron viñedos. Era cruzando el charco…el del Río Paraná.

Irazoqui y Tornatore son rosarinos y allí tienen una empresa vinculada a la tecnología. Ella dialoga con Clarín Rural y cuenta su historia productiva. Está entusiasmada por lo que se viene ya que adelanta que están a solo días de su tercera vendimia.

Vinos entrerrianos de pura cepa y con el sabor del Litoral

Guillermo Tornatore y Verónica Irazoqui son los fundadores de BordeRío, un viñedo de 18 hectáreas y hermoso paseo enoturístico.

“En BordeRío hay dos propuestas fuertes: una es la producción de vino de calidad, con venta en boca de bodega y algo en la ciudad de Rosario. Además, tenemos miras de exportar. Por ahora, analizamos algunas posibilidades de hacerlo a México, Alemania e Italia. Por otra parte, la otra propuesta fuerte es el enoturismo, así como lo hacen las zonas referentes en este tema”, dice la productora.

Irazoqui conoce bien la historia del suroeste entrerriano, región a la cual, afirma, la llamaban “la pequeña Burdeos”, por sus similitudes con la famosa zona vitivinícola francesa.

Ella cuenta que supo ser un área dedicada a la producción de vino hasta hace unos ochenta años, pero una ley enunció la prohibición de la actividad en todo el país, a excepción de la región de Cuyo.

“Por esto, nuestra primera etiqueta, correspondiente a la vendimia 2016 se llama ‘Injusto’, debido a esta injusta normativa y porque el presidente que la implementó en aquel entonces fue Agustín Justo quien, paradójicamente para los productores de esta zona, era entrerriano”, rememora.

Vinos entrerrianos de pura cepa y con el sabor del Litoral

La bodega tiene 1.800 metros cuadrados y una cava para estacionar el vino hasta los 6 metros de profundidad.

La finca BordeRío tiene 365 hectáreas, de las cuales 18 corresponden a la plantación de vides de distintos varietales de uva tinta y blanca. Además, hay una superficie con 7.000 olivos. Una parte de los olivares los trajeron de una plantación que se sacó en la provincia de San Juan.

Productivamente, la pareja se encargó de formar un grupo de técnicos interdisciplinario para conseguir un buen vino.

Irazoqui explica que con su marido no tienen roles definidos dentro del trabajo de la finca, aunque reconoce que ella trabaja más activamente con el enólogo para lograr la calidad de vinos que desean. “Nuestro objetivo es buscar el mejor vino de esta zona, con características únicas”, afirma.

Por su parte, la bodega tiene 1.800 metros cuadrados, donde tecnológicamente tiene equipos de última generación, con una cava subterránea hasta los seis metros de profundidad.

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