Dirigir una empresa siempre presenta riesgos y oportunidades. En especial, y antes que nada, la de crecer como persona con todas las implicancias y las responsabilidades que existen en el día a día. Ni hablar de la de llevar el barco de la compañía a buen puerto, con toda la tripulación a salvo y buscando el bien común, la evolución y la mejora permanente. La verdad es que cuando me pongo a pensar en todas las variables, desde las mínimas hasta las más complejas, me paralizo un poco. Son tantas las cosas a tener en cuenta que a veces hasta… Leer completo »