Otro día más en el paraíso o cómo recibir más de lo que das.

[singlepic id=151 w=400 float=left]
Pasó otro Cuenta Cuentos en la escuelita «Abanderado Grandoli» y más allá que sabemos que hay muchas escuelas en peores condiciones por toda Latinoamérica, varias personas de la Empresa habían estudiado ahí.

Lo primero que noté cuando estábamos yendo para la escuela fue orgullo y emoción por lo que iba a dar mi gente, por todo el trabajo previo, desde ver qué libros encargaríamos, la logística de la merienda, la contratación del mago y hasta la charla de educación bucal que daría una odontóloga amiga.

Todo esto nos muestra una vez más que ayudar se puede, obviamente requiere un esfuerzo, pero también es muy cierto que está en nuestra propia naturaleza humana el colaborar con otros.

Ahí estábamos en ese lugar que no es el paraíso, donde uno ve un montón de chicos con talento, pero en un entorno poco propicio para desarrollarlos. Los chicos escucharon los cuentos y absorbieron cada una de las historias como esponjas con su imaginación infantil.

Me es muy difícil transmitir en palabras la cantidad de sentimientos que expresan esos ojitos, pero mientras participaba de la situación, pensé mucho en cómo desde el rol que cumplo en Dattatec puedo hacer algo por la gente.

Al verme al lado de los maestros que tan preparados están para llevar la dura tarea de educar en el día a día y en las peores condiciones, me dije que lo que tenía que hacer es seguir DANDO desde mi propia empresa; a través de la generación de fuente de trabajo calificado y la ampliación del conocimiento tecnológico de nuestras bases.

Ese es mi desafío y mi responsabilidad ante la sociedad en la que vivo, y es lo que me impulsa todos los días a continuar creciendo y afianzado este gran sueño que alguna vez le pusimos de nombre Dattatec .

Acá les dejo algunas fotos del Cuenta Cuentos en la escuelita «Abanderado Grandoli».

[nggallery id=24].